Los avances tecnológicos están cambiando la forma en la que vivimos y trabajamos nuestro día a día. Ya somos seres digitales, la tecnología está presente prácticamente en cada paso que damos.
Por ejemplo, la educación ya se ha adaptado a ello. Cada vez más, las instituciones educativas están impulsando a enseñar tecnología como parte del pensum escolar, a través de la robótica.
La robótica es un compendio de diferentes disciplinas que aporta a los niños conocimientos relativos a Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas.
De este modo, transmitir a los niños y jóvenes de una manera transversal y divertida este abanico de conocimientos que facilita el desarrollo del pensamiento lógico; y al mismo tiempo que estimula su creatividad, además, les permite familiarizarse con el funcionamiento de objetos programables con lo que, de hecho, ya están en contacto a diario.
Las profesiones del futuro parece ser que van a tener una estrecha relación con la robótica. Así, que debemos aprender cómo relacionarnos con ellas de manera consecuente y sostenible.
La robótica es uno de los cambios más importantes ligados a la IA. Los robots ya forman parte de nuestras vidas, ya existen perros robots capaces de guiar a invidentes y de asistir a personas dependientes con demencia senil (Alzheimer), brazos mecánicos que operan en los quirófanos, microchips que se implantan en la sangre y detectan enfermedades entre otros.
Orígenes de la robótica en la educación
La robótica en la educación, se remonta a la década de los 60, en esa época el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) construyó los primeros robots para ser programados por niños (se trataba de controlar tortugas robóticas), supuso el inicio de la enseñanza de la programación en las escuelas.
Desde entonces, la robótica y la educación van de la mano; en los últimos 25 años, esta herramienta pedagógica no ha parado de crecer, especialmente tras el lanzamiento de Mindstorms (en 1998), una plataforma desarrollada por Lego y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) para aprender a construir y programar robots.
Sin embargo, no fue hasta el año 2008 cuando gracias a Yakman se comenzó a considerar el aprendizaje activo de la robótica en el aula bajo la unión de materias como matemáticas, ciencia, tecnología, ingeniería y arte (STEAM) por sus siglas en inglés.
¿Qué es la robótica educativa?
La robótica educativa es un sistema de enseñanza interdisciplinar que permite a los estudiantes desarrollar las materias STEM. También trabajar en áreas de lingüística y aumentar su creatividad.
La misma posee un carácter transversal que potencia tanto el pensamiento lógico como la imaginación.
En cuanto a la educación infantil y primaria, la robótica educativa proporciona todo lo que los alumnos necesitan para la construcción y la programación de un robot. Se tratan de robots sencillos que aportan a los alumnos una base de aprendizaje basada en la práctica por encima de la teoría.
Durante la educación secundaria y superior, los robots son más complejos y llevan a cabo tareas de programación mucho más avanzadas. La robótica en la educación se adapta a cada edad del alumnado en un proceso paulatino de aprendizaje.
En este sentido, se trata de una disciplina que motiva a los estudiantes a aprender jugando, poniendo en sus manos desde edad temprana el acceso a la tecnología. A su vez, enseña las materias STEM de manera más práctica que conceptual. En especial, es un sistema que impulsa vocaciones científicas entre los estudiantes.
Beneficios de la robótica educativa
Para concluir podemos decir que la robótica tiene como objetivo primordial el desarrollo del pensamiento efectivo, a su vez facilitando la adquisición de competencias del estudiante.
Entre los beneficios de la robótica educativa podemos destacar los siguientes:
- Liderazgo. El hecho de trabajar en equipo mejorará la autoestima, haciendo que desarrollen sin miedo a fracasar sus capacidades de liderazgo.
- Pensamiento efectivo. Desarrollan la curiosidad para descubrir cómo montar determinadas piezas hará que el alumno tome por sí mismo la mejor decisión para llegar al resultado final.
- Psicomotricidad. El montaje de robots, beneficiará la capacidad de coordinación del alumno para encajar las piezas de manera correcta.
- Desarrollo de habilidades de programación. Los estudiantes se mostrarán más receptivos a adquirir conceptos relacionados con las ciencias y matemáticas.
- Espíritu emprendedor y creatividad. La robótica es una manera dinámica de aprender diversas materias. De esta manera, ayuda a que el alumno esté motivado y quiera innovar para lograr los objetivos de la mejor forma posible.
- Desarrollo de la inteligencia emocional. Al tratarse de una enseñanza basada en la prueba-error, el alumno aprenderá a controlar su frustración ante el primer contratiempo.
- Habilidades comunicativas. Se fomenta el trabajo en equipo, y, por lo tanto, el alumno aprenderá a comunicar sus ideas y a respetar la opinión de los demás.